Este fin de semana he estado en restaurante asiático. Con más gula que hambre, habiendo terminado el postre, pedimos una galleta de la fortuna para cada uno. Después de que todos encontrasen su fortuna en esos mensajes crípticos, le pegué un mordisco a mi suerte, pero cuando miré en el interior para buscar el papelito con las verdades sobre mi futuro, me topé con una sorpresa: la galleta estaba vacía.
Tras superar la desilusión inicial y aceptar que me sentía estafada, lo primero que pensé fue en pedir otra, pero me puse a mirar con detenimiento la galleta vacía y, para sorpresa de propios y extraños, sonreí.
Terminé de comerme la "galleta de la no fortuna" pensando que el mensaje que traía la mía era el mejor de todos: si la galleta estaba vacía era porque es mi deber construir mi propio destino. Porque el destino no está en un papel, el destino es lo uno hace, lo que uno quiere, lo que una imagina.
Ése es mi futuro.
This is the end...
Hace 14 años
10 comentarios:
a mi tb me paso una vez :).
raul
Te podré llamar cuando el pesimismo alcance momentos horribles?
de que si anda di que si...
Besicos
Nunca me he comido una de esas. ¿A qué saben?
:)
Y sí, el futuro está en las decisiones que tomamos hoy.
Elemental!
Yo habría pedido otra XD
Es lo mejor que puede darte una galleta de esas. Que por cierto, nunca he comido tampoco, ni es que tenga ganas, y eso que he ido muchas veces a un chino en mi vida. En los que he ido como mucho te ofertan licor de hierbas.
Raúl, ¿y tú qué hiciste?
Belén, por supuesto. Sólo tienes que buscar mi número en la memoria de tu móvil y marcar.
Irre ¿a papel? están bastante malas. Yo sólo las rompo por la mitad y me quedo el papelito, el resto lo tiro ;).
Dintel, a veces las cosas elementales son las que más se nos olvidan, ¿no crees?
Wen, yo también lo pensé, pero creo que es mejor no haber encontrado nada, me deja abierto todo un mundo de posibilidades, ¿no crees?
Orlok, yo es la primera o la segunda vez que las pido, pero era un vietnamita/japonés, no un chino. De licor de esos de flores tengo una botella en casa y un día le pegamos un viaje que casi nos morimos todos borrachos perdidos ;).
Besitos a todos
Grandísima verdad!! ¡ y cuanto cuesta aprender la lección!
El destino va escribiéndose con las decisiones que tomamos nosotros mismos, y las que toman la gente de nuestro entorno.
Ya hablaremos de estrategias ganadoras, jajajaj. Un beset.
Hola, pues, creo que las galletas saben muy ricas, al fin y al cabo, depende de cada uno creer en el papel o no, varias veces me he topado con numeros de la suerte, vaya cosa, yo no creo en esos numeros, si no, crreo que estaría anclada a intentar ganarme la loteria o el melate, XD, e fin, tienes mucha razón, el destino es de cada uno, lo forjamos día a día con nuestras decisiones.
suerte!
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