PASATIEMPO

Y, de repente, con quien podías pasar horas y horas hablando sin llegar a cansarte nunca, te sorprende.

Te caes del guindo, y las palabras no te llegan a la boca, se quedan atascadas en la mente. Se despeñan por el abismo.

Es curioso.

Es... (pon tú el adjetivo).