Te vi quitarte la ropa. Te vi desnuda. Y eras como champagne: joven, fresca, dulce, chispeante...
Ella no puede evitar sonrojarse, pero él continúa:
Ahora eres un borgoña, redonda y firme, complicada y para emborracharse, no para sorber, aunque a veces te transformas en un burdeos, porque cuando hablas eres más fuerte. Sin duda, pase lo que pase, siempre serás un buen vino tinto.
This is the end...
Hace 14 años