CUESTIÓN DE TIEMPO

A veces nos ponemos (nos ponen) en la situación de tener, por fuerza, que retractarnos de cada promesa, de cada beso, de cada abrazo y cada palabra dicha con afecto. Ése momento en el que descubres que ni todo era mentira, ni todo era verdad y no te queda otra opción que apoyar la rodilla en el suelo y suplicar que venga el olvido a intentar disimular nuestras cicatrices, porque la decepción ya no desazona, sino que duele, y no queda más remedio que darle la vuelta al alma como si fuera un calcetín que acabas de sacar de la lavadora.

Porque retractarte de lo todo lo que has dado y recibido no sólo significa que tenemos que renunciar a lo que emprendimos, sino también a lo que somos. Empezar de cero y ser otros. Cuando cambian nuestras metas nosotros mismos debemos cambiarnos. Ya no tienen sentido nuestros viejos gustos, nuestras viejas costumbres, nuestros viejos métodos. Aquello que antes nos valía ha quedado demostrado que ya ni nos sirve, ni nos favorece.

Persistir en el error es estúpido y es un lastre que no nos deja avanzar. Pero... ¿qué haces con todo el dolor que aun te queda dentro?

¿Olvidar es sólo cuestión de tiempo?

8 comentarios:

belenmadrid dijo...

"Persistir en el error es estúpido y es un lastre que no nos deja avanzar."

y si no queremos avanzar qué? jo

Ripley dijo...

El mismo error es el que nos hace persistir en él,incapaces, muchas veces, de darnos cuenta del error. El dolor que se lleva dentro...llega un momento en el que se hace soportable y sobre lo de olvidar...no se olvida, simplemente, la memoria de ese dolor se va haciendo más espaciada.

En el Nucleo dijo...

Aprender a no cometer siempre el mismo error a veces se hace muy cuesta arriba,pero la autorrealizacion cuando eres consciente de que no lo has hecho por fin es enorme.
Y es cierto tambien, que cada cambio en la vida conlleva un cambio interno, pues viene ligado a los conocimientos y experiencias que nos da cada situacion.
besitos lucia

wen- dijo...

Olvidar no es cuestión de tiempo, ni el tiempo cura nada, eso son gilipolleces y al que las inventó le daba yo un par de sopapos bien dados.
Supongo que para empezar tienes que querer renunciar a ese dolor y a todo lo que conlleva, eso es en parte lo más difícil, renunciar a todo eso. Después, pues me imagino que mucho trabajo, mucho empeño y muchas ganas de deshacerse de las cosas viejas definitivamente y mucha ilusión para sustituírlas con cosas nuevas que te hagan feliz.
Extremadamente complicado, pero puede que posible, quién sabe.

dintel dijo...

No creo en el olvido, creo que más en la transformación. Transforma el dolor en abono.

Lucía dijo...

Géminis, persistir en el error es estúpido, aunque reconozco que yo soy incapaz de salir de él, y también que hay cierto placer (debo ser un poco masoquista) en acurrucarse dentro y dejarse mecer por él. Pero no querer moverse de ahí es como estar en un reloj de arena, estás a un lado, ves cómo la arena cae bajo tus pies y cuando ya no queda nada, le dan la vuelta, te vuelves a sentir la reina del mambo y otra vez cae la arena... Yo estoy ahí, atrapada en el relo j de arena, pero no creo que sea demasiado sano, aunque por ahora no tengo fuerzas para desplazarme a otro sitio y, al fin y al cabo, éste ya lo conozco y, una vez que te has acostumbrado aél, no es tan malo...

Pauline, lo malo es que a veces ese dolor nos atenaza, nos ahoga, nos oprime... parece que ya lo habíamos dejado atrás y un simple gesto hace que vuelva todo de golpe. La única esperanza es que cada vez duela menos.

En el Núcleo, en ocasiones duele más reconocer que estabas equivocada, que todo el dolor que llega día a día por esa equivocación.

Wen, ¡me quedaba yo muy a gusto dándoles dos sopapos contigo a esos que dicen que el tiempo lo arregla todo! Lo complicado es que tengo que sustituir ese dolor y conseguir que las cosas viejas me vuelvan a gustar como cuando eran nuevas...

Dintel, eso del abono suena bien, lo malo es que hay que seguir cuidando el jardín, que últimamente sólo me crecen malas hierbas.

Mil perdones a todos por haber estado desaparecida en combate estos días y haber tardado tanto en responderos y mil gracias por pasaron por aquí otro día más.

Besitos para todas

Luchida dijo...

Yo creo que hay cosas que jamás se olvidan, por mucho tiempo que pase. Es más, cuanto más queremos olvidar algo más lo recordamos.
El dolor que queda dentro nunca desaparece, creo que debemos aprender a convivir con él como si fuera parte de nosotros mismos (que suele serlo a menudo).
Y el tiempo... pura relatividad... Para algunos, "olvidar" un gran amor es cosa de meses, para otros, cosa de años pero en realidad también hay personas que piensan que jamás se olvida, que jamás se asume porque hay personas que a veces nos han marcado demasiado y que por mucho que queramos nunca asumiremos que ya no están.
Sé que mi comentario es bastante pesimista pero creo que intentar ver de forma optimista algo que no lo es no sería muy sensato. Al final terminaría haciéndonos más daño.
Me seguiré pasando por aquí. Un beso.

Anónimo dijo...

Puede que no se pueda olvidar, pero seguramente, se puede pensar en otra cosa.

Aunque, sí.

Es doloroso.
Un abrazo