HISTORIAS DE AMOR

Las historias de amor terminan. Pueden hacerlo bien o mal o puede que nunca hayan empezado, pero si quedan a medias es que no eran historias de amor. Las verdaderas historias de amor remueven el corazón de felicidad, de dolor, y, a veces, de ambas.

He vivido de las dos, de las que me hiceron levitar por su palabras, por sus gestos, e incluso por sus manías. Y las que hicieron que empapara la almohada de lágrimas noche tras noche, que rompiera sus fotos y maldijera su nombre para morirme de pena y notar cómo se aceleraba mi corazón con sólo pronunciarlo.

Estar ebria de amor es la sensación más fantástica por la que he pasado. Pero como no todo podían ser ventajas, la pena de amor trajo a mi vida el deseo de que la muerte fuese un derecho reconocido para la persona que sufre por él, porque el dolor era tan profundo que deseaba morir para no echarle tanto de menos, para no tener que luchar contra ese sentimiento ingobernable en su ausencia.

El amor es algo tan contradictorio como cierto, tan intangible como real, tan lleno de magia y locura, que la cordura parece perderse en lágrimas o en risas de verdadera felicidad cuando irrumpe con su espíritu insolente en nuestras vidas.

Y, a pesar de todo el dolor que genera la pérdida, las personas seguimos intentando una y otra vez mantener una relación, encontrar a aquella persona que encaje perfectamente con nosotros. Porque sólo hay una cosa peor que perder el amor: no encontrarlo.

17 comentarios:

Miguelo dijo...

triste. pero totalmente de acuerdo

Belén dijo...

Pero hay que tener en cuenta que muchas veces o no vemos o no queremos ver... entonces nunca encuentras nada...

Besicos

Ripley dijo...

totalmente de acuerdo contigo en todo, sobre todo en la última frase, que est toda una sentencia.

desahogandome dijo...

Con el tiempo se viven historias de amor que no son ni tanto ni tan calvo. Dos "buenas" historias de amor no son iguales, ni las abrazamos en los mismos momentos, pero por desgracia también podemos compararlas.

Un abrazo.

Luchida dijo...

Pues yo ahora me siento afortunada. Creo que estoy viviendo la etapa más feliz de mi vida.

Raúl dijo...

Hola Lucía; Por fin has vuelto a coger esta sección tan fresca, se agradece. Ahí van mis tonterí... estoo, mi pequeña aportación, jeje.

Según tu primer párrafo, yo nunca he vivido una, vaya por dios XD Yo, desde mi pequeña experiencia de pringao(soy consciente de lo poco que sé del tema y tal) pensé en su momento que estar enamorado es un mal llevadero. Es un 'mal' porque se pasa bastante mal con esto, ya quedan lejos los sufrimientos adolescentes y me es difícil ponerme en mi lugar de aquel entonces (que raro suena), pero sí que recuerdo que se pasa mal. Y digo 'llevadero' porque afortunadamente, por muy mal que se pase, es un mal aceptado sociálmente, donde los amigos te suelen apoyar y ayudar, sin más.

Claro que no hablo de historias de amor, imagino que eso debe ser distinto y bastante más heavy. De todas formas es como hablar de... el éter mágico. Porque no me creo que exista una cosa llamada'amor' que valga para todo el mundo, esos sentimientos son personales y nada que ver los tuyos con los de tu vecino, puedes intentar comunicarlos, pero ya ves que es difícil.

Y respecto a tu frase final, igual tienes razón, aunque tal y como lo has pintado en el post (querer morir, etc...) no sé yo... casi mejor no encontrar eso, ¿eh? XD

Wen dijo...

Yo siempre me repito esa última frase, a ver si un día me convenzo.
hermosaaaaaaa un achuchón fuerte

Raúl dijo...

He hecho un post inspirado por este tema. Quiero decir, por el enamoramiento, no directamente por este post, espero que no te sienta mal, y siento el spam, o como se diga.

Irreverens dijo...

¡pffiiuuu, pffiiiuuu! ¡plas, plas, plas, plas!
:D

El amor-deseo es una auténtica montaña rusa.
El amor-cariño suele ser el que más perdura.

He ahí mi aportación.
XD

Lucía dijo...

Miguelo, no es triste. Es lo que es y a veces las lágrimas no son de pena.

Belénchi, de ahí viene el título de mi blog, Lucía en el Espejo, a veces el espejo no es perfecto y lo que vemos reflejado no es lo mismo que veríamos si nos diéramos la vuelta y mirásemos la realidad. Pero qué quieres que te diga, a veces un poco de ceguera no es mala del todo.

Ripley, de todas formas, mejor sola que mal acompañada, eh?

Desahogándome, ni dos historias de amor son iguales, ni lo que sentimos en casa una de ellas es lo mismo, aunque ambas fuesen historias de amor.

Luchida, mi más sincera enhorabuena :).

Julián, varias cosillas: 1) no me enfado, encantada de haberte inspirado. 2) no son tonterías. 3) Aunque sea un mal socialmente aceptado, a veces duele, y mucho. 4) Mmm... creo que ya he terminado ;).

Wen, si tú ya lo has encontrado! Ahora sólo te falta quererte tanto tú como te quiere él. Y no te preocupes que ya he vuelto y no me voy hasta Navidades :). A ver si entre medias nos vemos, ¿vale?

Irre, ¡que me sonrojo! Amor-deseo es una montaña rusa, pero te alegra la vida de una manera que... Si hasta va a una a trabajar de lo más rumbosa cuando está en medio de esa espiral.

Besitos a todos!

dintel dijo...

Estoy intentando mi última historia. Después ya podré decir de esta agua no beberé porque me pasaré al wisqui. ;)

Lluís dijo...

Y si no se encuentra...¿Hasta cuando se debe buscar?

alejandra dijo...

Para enteder el dolor del que hablas, no es necesario ser adolescente o recordarlo. Pero sólo cuando se ama de esa forma iracional, que es la única existente, se puede sentir rozar las nubes con la yema de los dedos, y casi arder en el infierno cuando termina (que termina).

la cocina de frabisa dijo...

He recalado por aquí por casualidad y el tema y su buena exposición, me han cautivado.

Suscribo todas y cada una de tus palabras aunque yo le variaría el título. Creo que describes a la perfección lo llamo "enamoramiento". Por eso hemos pasado todos y es como una enfermedad, agradable, pero si la tuviese que diagnosticar un médico, creo que no le faltaría ni la fiebre.
El enamoramiento es como los yogures, caduca, termina, tiene sus días contados, cae la venda, baja la pasión y adiós.
Sin embargo, en casos excepcionales ese sentimiento cuando termina, consigue dar paso al verdadero amor. El amor que acepta los defectos del otro, que no intenta cambiarlo, que le quiere como es, en el que la ternura lo inunda todo, el saber que como dice Benedetti en su bellísimo poema "La Estrategia", aprendes que puedes contar con él y él, contigo. Ese es el amor verdadero.

un beso

Palabrasalbapor dijo...

Yo creo que no se busca, simplemente te das de bruces con ello. No sé, el amor es algo muy complicado. Una vez leí que es querer el bien y lo mejor para otra persona. Yo creo que es también otras cosas: camaradería, amistad, comprensión, compartir ilusiones, esperanzas y sueños que nos hagan caminar hombro con hombro con cierta alegría (que penas ya hay muchas). No sé. Quizá a mi edad y con algunos fracasos a mi espalda busco cosas diferentes. Yo no siento eso de rozar el cielo, pero creo que existe algo mucho más poderoso, aunque no sienta ganas de tocar campanas. En fin, menuda charla y encima no se si me he explicado bien.

Un beso muy fuerte.

Anónimo dijo...

Lo que pasa con las historias de amor normalmente es que nunca empezaron, y lo que va mal acaba mal.
Pero el sexo es lo que tiene..

Lucía dijo...

Dintel, si no sale, que esperemos que no sea así, ya verás como, aunque te pases al wisqui, terminas repitiendo ;).

Lluís, no lo sé. Sé que al final se encuentra. A veces, sé que te das cuenta de que lo habías encontrado cuando lo perdiste...

Alejandra, efectivamente, esa forma de amar te da tanta vida como te quita cuando se acaba.

Frabisa, yo no podría decir cuál es exactamente el amor verdadero, pero sí sé que todas las veces que he amado de esa manera, aunque terminaran con dolor, valió la pena lo vivido.

Alba, te has explicado perfectamente. Las mariposas en el estómago terminan desapareciendo, pero queda un vínculo mucho más fuerte.

Jordim, yo hablaba de amor, no de sexo. El sexo es otra cosa.

Besitos a todos!