PARAGUAS

El paraguas se ha convertido en un apéndice más de nuestro cuerpo. Como todo, los hay quienes lo tienen más grande y quienes lo tienen más pequeño. Gracias a Dios, aquí el tamaño no importa, si no, nos veríamos portando la sombrilla con tal de aparentar.

Un paraguas en estos días tiene una vida muy intensa. Lo dejas en el coche o te lo llevas; lo depositas en la entrada de una tienda y cuando vas a cogerlo ya no está, vas corriendo y compras otro, te acompaña al trabajo y decide quedarse a hacer horas extras, lo que no sabe es que no está en nómina y no se las van a pagar.

Desaparece sin dejar rastro; es imprevisible: lo mismo decide colarse en el centro de una reunión que quedarse en una esquina esperándote. ¿Quién no se ha tomado una cerveza en un bar alrededor de un paraguas?

Ataca a personas que no conoces, utilizándote a ti como motor para poder acertar en la cabeza del elegido, se enamora y queda enganchado con otro de su especie, tú tiras, pero él se resiste. Si al dar la vuelta a la esquina no le gusta la calle que has elegido, alza sus varillas hacia el cielo como si hubiese visto al mismísimo diablo.

Lástima que haya años en los que apenas salen a pasear, porque empiezo a plantearme lo apasionante que podría ser reencarnarme en uno de ellos.

11 comentarios:

Wen dijo...

Jajajajajajajajaja, me ha encantado Luci, jajajajaja, qué genial este post XD gracias :)

Raúl dijo...

Yo tenía entre ceja y ceja que en Madrid no llovía, me alegra saber que sí. Es una de las cosas que me gustan de mi Bilbao, que llueva, que llueva, la virgen de la cueva :)

Yo nunca llevo paraguas, igual desde que era pequeñito, es un poco molesto, ¿no? Y si hay viento, como dices, los paraguas no hacen acso, y ves el divertido espectáculo de gente que intenta dominarlos cuando ellos han decidido ser rebeldes y darse la vuelta jaja

Belén dijo...

Pues este año tienen que estar muy cansados hija, porque vaya con lo que los hemos sacado!

Besicos

Ripley dijo...

Muy bueno Lucía, pero te diré que por mi tierra un paragüas nunca está años sin salir a pasear. ;-)

Irreverens dijo...

A mí no me molaría reencarnarme en paraguas, ¿sabes?

Te aprietan el cinturón y te meten en una funda hiperceñida. Cuando estás mojado, te abren y te cierran violentamente para que te sacudas. Te meten en cubos llenos de paraguas, donde lo mínimo que te puede pasar es que otro especímen te clave su punta en todo el repertorio...

En fin, eso por no hablar de cuando se te olvidan, todo empapado, dentro del coche. Y te quedas ahí, a pasar la noche, todo húmedo y frío...

Bah, toda esta chorrada para decirte que me ha gustado mucho tu post de hoy. Por cierto, parece que por aquí la primavera asoma la naricilla.
:D

Palabrasalbapor dijo...

No, no lo hagas, que por lo menos yo los odio. Y eso que este año parece mi mejor amigo, ya te digo.

Un besazo

Paragüas dijo...

Uno tiene sentimientos, ¿eh?

Miguelo dijo...

ahora con la primavera igual no te hace falta el paraguas :)

alejandra dijo...

Divertido y original...

Raúl dijo...

Ha vuelto la lluvia, vuelve el paragüas. Que tiene sentimientos el pobre.

Lucía dijo...

Pues nada, chicos, parece que lo de la semana pasada era sólo para que nos hiciéramos ilusiones y, como siempre, nos pasaremos toda la Semana Santa "pelaos" de frío y remojados como patos...

¿Alguien había guardado el paraguas? Pues espero que no lo hayáis escondido demasiado...

Besitos!