LEJOS

Mientras paseaba, pensaba en él. La noche anterior intentó llamarle pero se sabía a un millón de kilómetros. Había ido apartándose, retirándose, escapando durante semanas, hasta que se habían convertido de nuevo en completos extraños.

Se habían alejado uno del otro con la misma facilidad con que se acercaron. Lo que la ponía de mal humor era haber permitido que todo eso ocurriera sin luchar. En lugar de afrontar el dolor que sentía, se había quedado quieta mientras se iban distanciando. Si así era como iban a ser las cosas, entonces ella se protegería y fingiría que había sabido todo el tiempo que esto sucedería.

Puede que así fuera. Siempre había habido fallas, finas grietas que parecían no ser nada hasta que el peso de la presión y del tiempo se había abierto paso entre ellas violentamente.

Ella sabía cómo había sucedido, y no había nadie a quien echarle la culpa. Las cosas están bien hasta que, de repente, inesperadamente, ya no lo están y, aunque lo saben, ninguno quiere admitirlo.



4 comentarios:

Ripley dijo...

¿ es lo que pienso que es? tiene buena pinta

Lucía dijo...

Es lo que piensas y no. No tiene nada contexto, aunque estará cuando tenga más texto por arriba y por abajo ;)

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Verónica dijo...

me ha gustado y mucho.

besotes de esta peke.