DERECHO A GUARDAR SILENCIO

Últimamente se ha vuelto importantísimo eso de tener una opinión sobre todo. No importa que se hable de globalización, de la economía, las hipotecas o de la ruptura del famoso de turno, debemos de tener algo que decir al respecto, y nuestra opinión debe ser clara, sustentada, inteligente...

Pues bien, este post es un reconocimiento a todos aquellos que no tenemos nada que decir sobre algún tema, un homenaje a los que prefieren callarse a hablar por hablar, a los que no se sienten menos por limitarse a escuchar cuando el tema en cuestión les es indiferente. Muestro mi apoyo al sagrado derecho a no tener una opinión sobre la subida del Euribor, a no saber cómo debe resolverse el conflicto de Oriente Medio o quién debe ser el próximo seleccionador nacional.

No hay estupidez ni cobardía en no tomar posición, sólo la tranquilidad de que el mundo no alterará su curso si una no sabe qué pensar sobre alguna cosa o lo sabe y le da pereza discutirlo.

Después de pasar los años en los que lo que más deseábamos era que nos escucharan, ahora somos bastantes los que nos reservamos el derecho de haber visto una película y no tener una calificación, de terminar un libro y no discutirlo con nadie, de ver el telediario y no tener las claves para resolver los problemas del mundo y el ánimo para defenderlas ante los demás.

1 comentario:

Anonima dijo...

EStoy de acuerdo contigo.
Independientemente de que siempre haya sido una persona bastante callada, muxas veces,si no se del tema tanto para opinar,prefiero callarme. Porque hablo poco,mas bien,hablo muxo y no digo nada. Y para mi,una opinion es importante,demuestra una parte de una persona,y no es cosa de darse a la ligera y sin saber k se dice.

ASi que te apoyo totalmente,reclamemos nuestro "derecho a guardar silencio"
un saludo