ESFERAS DE CRISTAL

Creo que guardamos nuestros sueños, nuestras ilusiones, en pequeñas esferas de cristal... transparentes, puras... esferas realmente hermosas, que tienen la capacidad de flotar en el aire... y cuando varias de estas hermosas pompas de cristal con nuestros sueños flotan a nuestro alrededor, pueden hacernos flotar a nosotros también, elevándonos hasta un mundo de ensueño donde no llega el dolor. Es como si nosotros estuviéramos planeando envueltos en sueños viendo desde allí arriba lo que sucede, como simples espectadores y nada nos puede afectar.

Lo malo es que cuando estamos así, inmersos en nuestras fábulas, nos emborrachamos de felicidad y creemos que definitivamente ya nada puede afectarnos, confiando en que esas pequeñas esferas son invulnerables y serán capaces de resistir hasta que la ilusión que lleven dentro se transforme en realidad.

Ignoramos por completo su verdadera fragilidad, no nos queremos dar cuenta de que el cristal de esas esferas es muy fino que ante un golpe pueden estallar, hiriéndonos con los pedazos de cristal roto que vuelan con la onda expansiva y dejando que nuestra ilusión se esfume en el aire.

También está el hecho de que al alimentar una ilusión, la esfera que la alberga debe contener una mayor presión y crece, y cuanto más grande es ese sueño mayor es la esfera y mayor es la cantidad de cristales rotos que vuelan por los aires, golpeando a otras esferas que se encontraban cerca, resquebrajándolas y haciendo que también estallen...

A veces no podemos contener la reacción en cadena, y nos angustiamos viendo cómo nuestros sueños se pierden entre nubes, viendo cómo pedazos de cristal se nos clavan, pero no hay sangre, porque no es nuestro cuerpo el que se lastima, es nuestra alma... y cada vez estallan más esferas hasta que llega un momento en el que las poquitas esferas que quedan ya no son capaces de mantenernos en esa dulce levitación, y nos caemos... caemos y nos estrellamos contra el suelo... y si alguna esfera había sobrevivido y aún albergaba un sueño, es probable que caiga al tiempo que nosotros y quede hecha añicos. Y ahí terminamos, en el suelo, estampados contra la realidad, doloridos por semejante golpe, llenos de heridas producidas por pedazos de cristal y con todos nuestros sueños rotos.

Hay personas que no quieren volar, que se cuidan de mantener poquitas esferas flotando a su alrededor. Esas personas no corren el riesgo de caer, no conocen la sensación de vacío que se produce en nuestro interior cuando caemos, la desesperación de ver cómo empiezan a estallar burbujas y saber que una caída es inminente... pero tampoco conocen la sensación de flotar junto a esos sueños, de dejarlos volar libres y conocer los lugares a los que quieran llevarnos, abandonar la seguridad del suelo y llegar a donde nadie ha llegado.

Tal vez el secreto para no terminar precipitándose esté en encontrar una persona con la cual volar, alguien que te acompañe y disfrute contigo de esos sueños, tal vez a las esferas de cristal no les alcance con el amor de una sola persona para mantenerse íntegras. Quizás el secreto está en cuidar esas ilusiones entre dos... en armar ilusiones juntos y volar jugando entre las nubes viendo cómo algunos de esos sueños se van convirtiendo en realidad.

6 comentarios:

Javi dijo...

Muy chulo el post. Se te ha ido un poco la pelota, pero así eres tú, jeje, si no estuvieras tan chiflada no serás tú.

Ahora en serio, un párrafo, el penúltimo creo, me ha recordado a lo que dice Jostein Gaarder en "El mundo de Sofía", cuando dice aquello de la gente que quiere vivir en la piel del conejo... bueno, no me acuerdo exactamente, pero quien lo haya leído se acordará.

MUACK

Anonima dijo...

Vivimos constantementes en burbujas. Y tienes razon,cuando se rompen, parece k todo desaparec,todo cae... la solucion facil y rapida seria no crear burbujas ni esferas, no guardar nuestra felicidad dentro de nada que pudiera romperse, como por ejemplo,una caja fuerte( pero hasta lo mas duro puede romperse)
supongo que esto es muy dificil de hacer, asi k la posible solucion seria crear esferas, y crear colxones. Por si se rompe alguna y cae,caer sobre blando.
muy buen post,te felicito

belenmadrid dijo...

jooo seguro que hacen falta dos? mal me lo pones...

mi padre dice que es como tener platos en palitos dando vueltas, que hay que saber cuántos puedes manejar.. pero me gusta más cómo lo cuentas tú :)

wen- dijo...

No creo que sean necesarios dos... aunque hay cosas queson muchas bonitas si se comparten en todo, en la lucha y el disfrute :)
Qué bonito te ha quedado... Que vivan las bolitas transparentes !! Yo tengo cantidad !! XD

Anónimo dijo...

Te estás volviendo una auténtica poeta en prosa.

Un saludo

Lucía dijo...

Javi, si no fuera dramático y/o grandilocuente y se me fuera un poco la pelota, no sería un post mío, ya lo sabes :P. “El Mundo de Sofía” me lo leí hace mil años y no me acuerdo de eso, pero si tú lo dices, me fío de ti. MUAK!

Anónima, tomo nota. Compraré colchones para que si se caen, caigan en blandito . Si no, siempre quedan las conversaciones puerta ;). Encantada de que te haya gustado 

Geminitas, no son necesarios dos, pero ayuda. Seguro que se pueden tener todos los platos en palitos sin necesidad de nadie.

Wen, estoy contigo ¡Que vivan las bolitas transparentes! 

Alicia, hago lo que puedo y además, siempre aprendo algo de alguno de tus posts.

Gracias a todos por pasar por aquí. Besitos.